«La temporada en Ibiza se inicia cuando abren las discotecas». Es una frase manida por los ibicencos que refleja la realidad en gran medida. Hay dos circunstancias que afectan al despertar del turismo cada año: la Semana Santa (cuanto más cercana de mayo, mejor) y la temporada de las pistas de baile con sus decenas de clubes de todo tipo. La primera depende de factores astronómicos y eclesiásticos, pero los openings, como tantas otras cosas, se han visto afectados por el covid; los dueños de las discotecas decidieron en la era postvirus ayudar a desestacionalizar la economía insular y adelantaron un mes el inicio de su actividad. Antes, cada uno iba por libre y muchos sólo trabajaban en junio, julio y agosto. Ahora el negocio se expande sin límites en el tiempo, como el universo. También influye el tema laboral: ofrecer más meses de trabajo ayuda a fidelizar al empleado en un contexto de crisis habitacional que amenaza con devorar la isla. Con todo, y a pesar de que Ibiza sale poco a poco de la somnolencia que abraza en invierno, el fin de semana del 26 y 27 de abril saltará todo por los aires.

Será la locura, la apertura de la pista de baile más grande del mundo. Y con una novedad que ya trasciende el orbe para asaltar el espacio: la llegada de [UNVRS], con su esperada apertura el 30 de mayo. Una ‘hiperdiscoteca’ que, según sus responsables, Grupo Empresas Matutes y The Night League, lo revolucionará todo. De nuevo, porque Ibiza se caracteriza por su capacidad de resiliencia, de reinventarse para volver con más fuerza. El primer emporio fue fundado por el exministro Abel Matutes y la segunda empresa por Yann Pissenem, un visionario, un genio para muchos, que está detrás, junto a la familia más acaudalada e influyente de la isla, que aporta las propiedades, de una máquina de hacer dinero: Ushuaïa Ibiza, y de Hï, la discoteca emplazada en la antigua Space.
Para los amantes del ocio nocturno, del mejor techno y del romanticismo de las discos, la historia de la fiesta ibicenca está preñada de leyenda. [UNVRS] ocupa el espacio de lo que antes fue Privilege y, hace ya varios años luz, la mítica Ku, escenario de escenas inolvidables como la actuación de Montserrat Caballé y Freddie Mercury para Barcelona 92 y declarada durante años la discoteca más grande de un universo que ahora amenaza con conquistar la nueva creación de Matutes y Pissenem. Gracias en buena medida a un arriesgado prodigio del marketing: presentaron a la nueva criatura al mundo con un falso vídeo de un ovni sobrevolando el mágico peñasco de es Vedrà que después apuntaló una visita a las obras de [UNVRS] nada menos que del Príncipe del Bel Air, el actor y rapero norteamericano Will Smith. El testimonio de esta visita acumula decenas de millones de visualizaciones en las redes sociales.
Mientras tanto, el resto de las estrellas se preparan para recibir a los miles y miles de clubbers que aterrizarán este verano en Ibiza. Amnesia, Pacha, DC-10, Edén o Es Paradis y toda la oferta asociada a la noche y el día de la isla mágica (Lío, Blue Marlin, Ibiza Rocks, Club Chinois, Playa Soleil, Hard Rock, OD Hotels, Pikes, O Beach, por poner sólo varios ejemplos…) intentarán rizar el rizo del entretenimiento para sorprender, un año más, a sus acólitos. Para lo que además se anuncia una cruenta guerra solapada entre todos estos locales para llevarse a los mejores djs.