La moda del tardeo llega para asentarse en España, pasando de una Comunidad Autónoma a otra contigua como si de un resfriado se tratara. Más que una moda, ya es un hábito en cada vez más lugares de la península, dejando claro que para pegarte un buen fiestón no es necesario ver amanecer.
De hecho, consiste en salir antes de que se ponga el sol, por la tarde, pero igual que se salía por la noche. Afianzándose en los españoles nacidos entre los 60 y los 80, se empieza con el vermut, pasando a las tapas y cañas, para terminar con las copas de turno.

La última batalla territorial de España es la disputa por quién tuvo la gran idea. Mientras que los de Albacete dicen que fueron ellos, los murcianos lo reclaman como suyo. Lo que sí está claro es que primero y segundo, o viceversa, ampliaron la tendencia hasta Alicante. Allí se bifurca hacia Valencia y Baleares, pero sigue ascendiendo hasta Zaragoza y adentrándose en las dos grandes: Barcelona y Madrid, donde tratan de darle una vuelta y crear el Tardeo 2.0.
Celebrado principalmente por cuarentones y cincuentones a los que no se les ha ido el gusanillo de los bailoteos y las tajas tontas, dejan a los niños con familiares o canguros y llegan justo para la cena. Descansan temprano y, al día siguiente, listos y frescos para aguantar el ritmo de los más pequeños.